Hay muchas cosas que no entiendo en el mundo, cosas como por qué las estrellas muertas brillan o el por qué del agua salada del mar.. seguro hay razones explicadas por la ciencia y la lógica pero eso siempre termina siendo la historia de la jirafa. Esas cosas no me desesperan mucho, en realidad nunca he sido la persona que se pone a cuestionar cada pequeño detalle de los fenómenos naturales de la vida. Sin embargo, sí he sido esa persona que se pone a investigar y a hacer teorías tontas acerca de cada emoción, de cada miedo, de cada pedacito de pensamiento que tengo. Y esto es raro, pero me divierte la mitad la tiempo y eso está bien. 

Estoy un poco atrapada. Me estoy desbaratando entre las cosas que pienso, las cosas que hago, las cosas que piden de mi y las que quiero hacer y las que puedo hacer  y las que me gustaría ser... todo esto siempre termina en el portazo de todo aquello uqe no soy y que sé sería más sencillo ser. 

Creo que es común decir estas cosas, de hehco estoy segura de que lo he dicho mil veces antes..pero esta vez realmente se vuelve ridículo! 

Decidida a no salir viva de una novela de Pitol, ahora encuentro hilos transparentes agarrándome los brazos cada que pienso en moverme. Y es que pedirle a la gente uqe sea impulsiva cuando lleva una vida entera de reclamos por  el no tener un plan para cada día es como querer romperle la cabeza  a alguien. Es dividir a una gente en dos!

Así uqe aquí estoy, pidiendo un consejo y algo de comprensión..la última poruqe sé el millón de veces que lo he dicho, que lo he decidido, que lo he aceptado y de nuevo perdido. Porque siento que no importa cuanto trate, hay una parte de mi uqe no puedo soltar. Sé que existe poruqe vivo con ella, la veo todos los días, hablo con ella y me río del mundo en su risa. 

Cuando tenía unos 15 me di cuenta de que era algo importante saberse las todas las letras de las canciones. Cuando tenía 17 me di cuenta que no importa saberse la canción si no se canta en el momento adecuando. A los 22 me doy cuenta de que no me sé las letras y que nunca encuentro el momento adecuado para cantarlas.