Monday, June 01, 2009

Y nos subimos en el coche...

Y así fue que su mano acabó en la mía, de repente y sin preguntar; sin miradas, sin palabras, sin dudas suyas. Sólo las mías que olvidé recordar.
Y así fue que su mano terminó sobre mi pierna y arriba de mi rodilla; sobre el vestido que era sólo tela en el camino, delgada y aspera. El blanco de repente más lindo que el verde. Fue por eso que sus dedos la quitaron y yo no dije nada, no me moví ni respire, porque su brazo se recargaba en mi pecho y sentí que si respiraba profundo él lo notaría y se iría. No se me ocurrió pensar que todo caía en un entendimiento mutuo; que no importaba qué hiciera, él seguiría ahí.
Fue en eso que el coche se detuvo y mis ojos miraron por el retrovisor al conductor intentando decirle que siguiera sin importar el rumbo.
Fue así como no pasó nada, como no se convirtió en el amor de mi vida ni en el chico que he estado esperando, mucho menos el que dejaré de esperar porque ha llegado.
Fue así que se convirtió en la novedad, de la que me rehuso a cansarme hasta que se vuelva vieja la memoria
Y así fue como recordé que extrañaba una mano en mi mano.
Y que me sentí en una canción de Mecano.

2 Gente dice...:

humantree said...

"Y así fue como recordé que extrañaba una mano en mi mano.
Y que me sentí en una canción de Mecano." =D

Manzana Marina said...

Mucho menos el que dejaré de esperar porque ha llegado.
Here's to waiting, my dearest.