Wednesday, February 22, 2006

El motor de Violeta

“Me siento violada y violadora, tengo un motor adentro y me muero de ganas por estrellarlo contra una pared” dice Violeta cuando se siente sola, triste y cuando la euforia de haberse robado medio millón de dólares de sus papás se empieza terminar. Pero, nunca tuvo un coche. He pensado que el motor se ha convertido en un corazón, va rápido, como loco y directo a estrellarse. No importa tanto la estrellada, lo que contiene al corazón deja de ser importante para convertirse en un caparazón que trata de protegerlo. ¿Qué importa el dolor, las heridas y las cortaduras en el cuerpo? No lo hacen.
El cuerpo deja de importar cuando se trata de chocar el alma. Y que si vamos a esas, somos muy buenos para ver paredes imaginarias y aunque sabemos que nos dolerá, allá vamos y no hay freno que nos pare.
Es difícil para el corazón entender a la razón; cosa rara ya que a mí el amor me entra por la cabeza. Así que sería bueno dejar de pensar, racionalizar es algo no me ayuda. ¿Qué hacer para curar algo que no está enfermo? Pues tal vez dejarnos chocar. ¿Para qué tanto esfuerzo? Al final, siempre caemos.
Y para qué negarlo, es como dice la compañera, “Ni yo mato por celos, ni tú mueres por mí”.

2 Gente dice...:

Anonymous said...

beautiful.
ah que la compañera panteonera...
estamos en clase de teorías, estás enfrente de mi y me siento como tu te sentías hace algún tiempo.
vivan los amigos
te quiero prima.

une pétite étoile said...

La proyección me ataca!! Yo voy directito a la pared but I love it!! I love the thrill, adrenaline and the absolute certainty that I will get hurt!! Jaja.. amo el peligro.. So far.. Im happy.. I guess its just the rush... TE KIERO!!