Aereopuertos...

De enana creía que me perdería en ellos
Pero los veía con ganas de correr en sus pasillos
De entrar a por cada puerta que decía
“sólo personal autorizado”
Sin embargo, al llegar a su destino final
Me daba miedo
Los aviones con todas sus fallas
Con sus historias y famas
Con sus asientos, pelusas y aires acondicionados
Almohaditas, baños chistosos y los “regrese a su asiento”.
Me indican respeto.
Están llenos de gente, que va y que viene.
Algunos están estancados, otros simplemente caminan.
Cuando el aeropuerto de Guadalajara se abrió, la gente iba a ver volar a los aviones.
Llegaban tempranito los domingos, con lonche y toda la cosa, se sentaban y esperaban.
Y ahí en medio de abrazos, risas, lágrimas, te quieros y ya me voys,
Hacían recuerdos para que años después me los pudieran contar.
Mi abuelo llevaba a mi papá.
Nunca sabemos, detrás de pantallas, libros, revistas
A quien se ha dejado atrás, a quien se verá en unas horas,
Si la vida de alguien está a punto de cambiar o si sólo vienen y van
Por que no hay nada más que hacer,
Por que no hay nada más que ver.
Hay tanto encerrado dentro de un edificio hecho sólo para pasar por él
Para esperar, para llegar y partir.